Pensar en ellos:
¿Hicieron todo lo que se propusieron,
antes de convertirse en los arboles, en el viento,
en la ceniza de la fogata?
.
¿Por qué tuvieron una ruptura con Dios?
¿Ocurrió después de verse reflejados en su mirada?
.
En los cadavers del olvido,
no existen textos ni anécdotas heredadas.
Se pierde el ritual de la transferencia.
Ya no hay memoria dicha,
queda solo el pulso de los que estuvieron.
Quedan las personalidades duplicadas en bruto,
queda un anhelo ambiguo,
una genética irrefutable dentro de una identidad negada.
.
¿Qué es pertenecer?
Pertenecer es cerrar los ojos para dejar de verlos,
y entonces, escucharlos.
Ellos hablan a través de las plantas.
Estan en los tejidos del cuerpo.
También aparecen en vivencias diarias,
en comportamientos sin decision.
.
Ser:
simultáneamente dibujar el alma fuera de su contexto,
extirpar la esencia propia, una de la otra.
Pertenecer es desdoblarse de la realidad que pintan estos ojos
para comprender el movimiento etérico;
la eternidad de la caminata peregrinada.
Pertenecer es borrar el sostén del miedo y del dolor,
para llegar a saber que eres quienes fueron,
y que son ellos a quienes viniste a conocer.